lunes, 20 de febrero de 2012

La ciudad del amor perdido

Volver a Barcelona ha sido como si una bala me atravesara la cabeza de lado a lado.

No soy capaz de recordar cuántas veces he llorado en esa ciudad. Pero seguramente son muchas más de las que puedo soportar. Todavía me veo bajando Paseo de Gracia a las 3 de la mañana echa un mar de lágrimas. Sin entender nada. Y por supuesto si cierro los ojos, me traslado inmediatamente a Arco del Triunfo y vuelvo a estar abrazada a Ángel, llorando sin querer subir en el autocar que me llevaba de vuelta a Madrid.

Ha pasado mucho tiempo, pero ha vuelto a ocurrir.

Lo peor de todo, o lo mejor, es que voy a tener que volver de vez en cuando a Barcelona para visitar a una persona que vive en la ciudad del amor perdido. La parte buena es que a este nuevo chico no le puedo perder porque solo tiene un mes.

No hay comentarios: